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LA VUELTA AL COLE



Septiembre trae consigo el fin de las vacaciones y la vuelta al cole: libros, estuches, mochilas, chándal, actividades escolares , los primeros fríos del otoño y ... el síndrome postvacacional.

El síndrome postvacacional no afecta solamente a un 15% de los adultos. También afecta a los niños entre un 5 y un 8%, principalmente a los hijos de padres que también sufren con los síntomas de este síndrome. Tristeza, apatía, decaimiento, falta de concentración, ansiedad e irritabilidad, son las principales señales que pueden indicar que un niño está afectado por el síndrome. Si el cuadro avanza, los niños pueden ser físicos, con dolores de cabeza, de estómago o insomnio.

Cómo prevenir el síndrome postvacacional

El síndrome postvacacional provoca molestias físicas y psíquicas en los niños. Para prevenir estos problemas los expertos aconsejan que los padres ayuden a sus hijos a recuperar la rutina escolar por lo menos una semana antes de empezar el colegio. Para eso, hace falta algunas recomendaciones para volver a la rutina, como por ejemplo:

  • Establecer nuevos horarios para dormir y despertar. Poco a poco, ir ajustando el horario de las vacaciones con los de la época de colegio. Eso ayudará al niño a que no acuda el primer día de cole cansado. Evitará que esté irritado y malhumorado.

  • Determinar un horario, todos los días, para que los niños revisen lo que fue estudiado en el curso anterior. Conviene que den una ojeada en las tablas de multiplicar, en algún tema de Lengua, de Conocimiento del Medio, de Ingles, para evitar alguna inseguridad que pueda sentir al iniciar un nuevo curso.

  • No dejar todo para la última hora. Ni la compra de los libros, ni del material escolar que aún falta, de la mochila, estuche, del uniforme o ropa casual. Los niños podrán participar en tareas como forrar los libros, poner su nombre en los libros, limpiar los zapatos, etc. Eso evitará la ansiedad y la preocupación de los niños.

  • Sería interesante que el niño entrara en contacto con sus mejores amigos del cole e intentara encontrarse personalmente con ellos para jugar, y así romper un poco el hielo del reencuentro.

  • No se debe dar tanta importancia cuando el niño se queja de que tiene que volver al colegio. ¿A quién no le gustaría estar siempre de vacaciones? Por esta razón, no le haga tanto caso, y busca adoptar una actitud positiva en cuanto al colegio, para él. Ya verás que cuando lo recojas en el colegio el primer día, él volverá encantado y contento, y lleno de novedades para contarte.

El síndrome postvacacional suele durar de dos días a una semana. No se trata de una enfermedad, por lo tanto, no hay que dar vueltas al tema. Que no cunda el pánico. Es apenas una etapa de transición. Solo deberá preocuparse de verdad si, al cabo de dos semanas, el niño sigue no queriendo ir al colegio. Seguramente será por otro motivo.

 
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