Los meses de verano son un buen momento para promover en los niños y jóvenes el hábito de la lectura
De casa al colegio y, después de una larga jornada, los deberes, las actividades extraescolares y otras tareas académicas que abarrotan con frecuencia las agendas de los estudiantes durante el curso escolar. Encontrar algo de tiempo libre para leer por placer parece una misión casi imposible para muchos niños y jóvenes. Por eso, las largas vacaciones de verano representan una excelente oportunidad para disfrutar de la lectura. Además de ser una actividad tranquila y entretenida, ayuda a reforzar en los alumnos las destrezas lingüísticas adquiridas en las aulas.
Durante las vacaciones escolares, niños y jóvenes pueden aparcar por un tiempo los libros de texto y sustituirlos por otros materiales de lectura mucho más divertidos y entretenidos. El tiempo ya no es una excusa, las largas jornadas estivales propician un acercamiento de los niños y jóvenes a la lectura en un contexto disociado del ámbito académico, mas cercano al concepto de "leer por placer" que al de "leer por obligación", con el que, a menudo, los escolares identifican esta actividad.
Pero a pesar del carácter lúdico y de ocio que se vincula a la lectura durante el verano, no hay que olvidar que esta actividad sirve también para no perder el hábito lector que se intenta inculcar durante el curso a los jóvenes y para reforzar algunas de las competencias básicas en este ámbito. Los más pequeños pueden continuar con sus primeros pasos en lectoescritura y quienes ya la dominan, ejercitar la comprensión lectora.
Elegir la lectura
Según las últimas cifras oficiales de la Federación de Gremios de Editores, en el año 2009 se editaron un total de 12.112 títulos de literatura infantil y juvenil, el 55,7% correspondiente a novedades o primeras ediciones. Estas cifras amplían más de por sí el ya extenso catálogo de libros para este sector, que se eleva a 52.837 obras.
Para elegir las lecturas más adecuadas a cada edad y perfil, se puede recurrir a diferentes recursos on line. Dos de los más recomendables son las Guías de Lectura de Literatura Infantil y Juvenil y el buscador del Servicio de Orientación a la Lectura (SOL), dos servicios gestionados por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, una de las instituciones españolas más activas en el fomento de la lectura.
Recomendaciones para el verano
Para facilitar la elección, también cada verano, distintos organismos y entidades vinculadas de algún modo a la Literatura Infantil y Juvenil elaboran sus propias listas con las lecturas más recomendables para la época estival.
Lecturas para vacaciones 2011 es el listado con las obras de este género más sugerentes para el público joven, que ha seleccionado este año el Centro Internacional del Libro Infantil y Juvenil de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez. La propuesta incluye 20 obras clasificadas por grupos de edad, a partir de tres años y hasta los mayores de 15.
Aceprensa recoge en el catálogo Lecturas para el verano 2011 una selección de obras literarias idóneas para la época estival y las clasifica en función de si son álbumes ilustrados (para pequeños, primeros lectores y mayores) o narrativa (para niños y juvenil). No se olvida de incluir también una pequeña lista con sugerencias de lecturas para padres. Otro interesante recopilatorio es A la sombra de las letras, una guía de títulos de narrativa para lectores desde los seis años, organizada en cuatro bloques de edad hasta la etapa juvenil, que propone para este verano el Club Kirico, un proyecto de distintas librerías de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL) para fomentar la lectura entre niños y jóvenes.
Si se quieren encontrar buenas recomendaciones para el lector adolescente, se puede consultar la selección del proyecto plan de lectura del IES Santa Bárbara (Langreo, Asturias). Lecturas juveniles para las vacaciones reúne diferentes obras literarias juveniles clasificadas por temáticas. Recopila libros de interés para los jóvenes amantes de la novela fantástica o de los libros de humor, aventura, historia, terror o detectives, entre otros subgéneros.
Consejos para padres
- Ayudarle a elegir: una obra inadecuada puede frustrar las ansias de lectura de los más jóvenes. Es fundamental que los progenitores ayuden a seleccionar los títulos más adecuados a su edad, pero también a su nivel de lectura.
- Atender a sus gustos: los padres deben permitir que los hijos participen de la elección y que esta sea acorde a sus preferencias temáticas de ficción, fantasía, historia, cómics, etc. De este modo, se sentirán mas motivados por la lectura.
- Demostrar interés: interesarse por lo que leen, preguntarles por el argumento y comentarlo en común crea un nexo de unión significativo entre padres e hijos y revela la satisfacción que representa para los progenitores la actividad lectora.
- No solo libros: la lectura no tiene que estar ceñida únicamente a obras literarias. Para practicar, se puede hacer uso también de revistas, catálogos, manuales o guías interesantes para los niños y jóvenes.
- Explotar la biblioteca: el verano es un buen momento para sacar partido a todas las ventajas que ofrecen las bibliotecas públicas. Además de poder obtener las últimas novedades literarias en préstamo, muchas de ellas organizan en los meses estivales actividades específicas para el público infantil y juvenil.
Fuente: EroskiConsumer