DESDE EL EXILIO

Muy buenas a tod@s,

Os escribo desde el exilio pues tuve que emigrar. Algun@s pensáreis que lo hice por afán de conocer mundo, otr@s quizá estéis de acuerdo con alguna gran cabeza pensante y creáis que tengo espíritu aventurero. O lo mismo os parece que quiero exportar la Marca España, o ser embajadora de Euskadi. Lo cierto es que me fui porque no había muchas más opciones -creo que no hay que dar detalles-, aunque el viaje empezara, inevitablemente, con esas ganas de aprender sobre otras gentes y lugares.

La verdad es que estoy lejos porque una panda de hij@sdeputa (siempre con perdón de las putas, quizá también de las madres), con nombre y apellidos, se han encargado de robarNOS todo lo que han podido y querido; de manera que poco a poco el Estado de bienestar, social y de derecho que nunca existió más allá que para algunas personas y en la constitución se va tornando en un territorio oscuro, el reflejo de lo que fue y la muestra de lo que nunca se fue.

Y nos dicen que hay crisis, que hay que arrimar el hombro para levantar el pais, que HEMOS VIVIDO POR ENCIMA DE NUESTRAS POSIBILIDADES, que basta ya de cobrar sin trabajar (ya sean ayudas para el estudio, parad@s, dependencia, ...), que menuda panda de vag@s que somos y que nos hagamos tod@s emprendedor@s, porque de alguna forma hay que salvar el sistema.

Por todo esto, y por mucho más que creo que no hace falta explicar, os pido que salgáis a la calle, que NOSOTR@S SOMOS MÁS, que una firma online no sirve de nada si no va acompañada de las muestras de rabia, y que ésa es la única forma de cambiar las cosas. Que no lo digo yo, lo dice la historia. Que esto es una guerra de clases, y creo que tod@s l@s que recibiréis esto formáis parte de la misma.

Imagino que la mayoría que leáis esto no necesitáis este correo para movilizaros. Pero si aún tienes la mínima duda, puedes hacerlo por tu amigo se fue a Irlanda a aprender el necesario inglés, por tu hija que vive en China, tus nietos que han ido a buscarse la vida a Latinoamérica, tus sobrin@s, novi@s, prim@s, y demás familia que estén comprando billetes de ida. Quizá podáis pensar que es fácil pedir esto desde la distancia, y puede ser; porque decidí marcharme en cuanto pude en lugar de quedarme a luchar. La cuestión es que los 10.000 km no evitan que me hierva la sangre y sólo espero que este correo no sirva sólo para desahogarme.

Un abrazo y ánimo.

 Marta García