1

EL ENGRANDECIMIENTO DEL EGO.


La personalidad narcisista corresponde a individuos que se creen superiores a los demás y creen que deben ser admirados en todo momento.

A veces actitudes soberbias son dadas a confusión, porque las personas soberbias se creen enormemente importantes, consideran que merecen admiración y respeto por encima del resto.

No son capaces de ponerse en el lugar del otro, son desconfiados e insensibles ante los demás. Son arrogantes y no aceptan ninguna crítica a su persona o actuación reaccionando con rabia cuando las sufren. Son manipuladores y utilizan a las personas como objetos que sirven para lograr sus objetivos.

Creen ser los mejores y la adoración de la propia excelencia no les permite ver ni apreciar las virtudes ajenas y las lleva a comportarse de forma altanera y arrogante con los demás.

En la escuela tienen la plena certeza de ser superiores a sus compañeros y maestros. Despiden una imagen de gran seguridad en sí mismos, por lo que pueden convencer a otros de que no hay nadie mejor que ellos; por ello, suelen conseguir grandes logros en su trabajo, aunque su naturaleza puede perjudicarles debido a que no toleran que sus propuestas sean rechazadas.

Ante las críticas reaccionan con rabia excesiva, ya que consideran que su valía personal ha sido amenazada y tratan de destruir a quien consideran que les humilló para demostrar que lo que se dijo de ellos es falso. De esta manera, intentan recuperar su imagen ante los demás.

No hay que asociar la soberbia con la grandeza, ya que los soberbios no conocen, el respeto, la tolerancia, la bondad ni ninguna otra virtud que no esté asociada con el engrandecimiento de su propio ego.

 
Ir arriba