Martín, un niño de nueve años, queda encargado de su clase durante una ausencia del profesor. Debe apuntar en la pizarra a los alumnos que hablen. Parece un encargo fácil... hasta que el matón de la clase se pone a hablar.
Leí en algún sitio alguna vez, y aun resuena en mi memoria alto y fuerte,
"NO TE PRESENTES TAN GRANDE, PUES NO ERES TAN PEQUEÑO”.