XABIER LETE
Como veo que la música del blog ha gustado voy a dedicarla una entrada.
Fernando Aire "Xalbador", nacido en Urepele en 1920, ha sido uno de los más grandes bertsolaris de la historia. Su muerte, producida en 1976 en el momento justo en que se celebraba un gran homenaje en su honor, lo ascendió definitivamente a la categoría de mito de la cultura vasca. Xabier Lete compuso esta canción en su honor, con una letra que sigue poniendo la carne de gallina. La versión de Erramun Martikorena, vascofrancés como "Xalbador" y dueño de una voz muy particular, es inigualable. Ha sido elegida la mejor canción de la historia en euskera, es una de mis favoritas.
Adiskide bat bazen
horotan bihotz bera
poesiaren hegoek
setimenduzko bertsoek
hantz aldatzen zutena
plazetako kantari
bakardadez josia
hitz-eldioa iruten
bere barnean irauten
oinaz ez ikasia,ikasia
non hago, zer larretan
ur-epeleko hartzaia
mendi hegaletan gora
horoitzapenen gerora
ihesetan joan hintzana
non hago, zer larretan
ur-epeleko hartzaia
mendi hegaletan gora
horoitzapenen gerora
ihesetan joan hintzana
hezia urraturik
bilatu huen kanta
lotura guztietatik
gorputzaren mugetatik
aske sentitu nahirik
azken hatza huela
bertsorik sakonena
inoiz ezan ezin diren
estalitako egien
oihurik bortitzena,bortitzena
non hago, zer larretan
ur-epeleko hartzaia
mendi hegaletan gora
horoitzapenen gerora
ihesetan joan hintzana
non hago, zer larretan
ur-epeleko hartzaia
mendi hegaletan gora
horoitzapenen gerora
ihesetan joan hintzana.
"La muerte de Xalbador"
Había un amigo entrañable y sensible
transfigurado por las alas de la poesía,
por los versos surgidos de un profundo sentimiento,
un cantor que iba por las plazas aterido de soledad,
que había aprendido con dolor
a tejer palabras y a expresarse contenidamente
desde la insobornable verdad de su ser interior.
Dónde estás hoy, en qué praderas
pastor de Urepel,
tú que huiste hacia las altas cumbres,
hacia el mañana que perdura en el recuerdo...
Liberaste tu canción demoliendo el cerco, buscando la libertad
más allá de las ataduras y los límites de tu cuerpo,
convirtiendo tu último aliento
en el verso más profundo,
en el grito contundente
de las verdades ocultas
que jamás se pueden expresar.
Dónde estás hoy, en qué praderas...