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COMO EDUCAR A UN ADOLESCENTE


Los tres ingredientes principales y básicos son empatía, sentido común y sobre todo mucho, mucho amor: ponerse siempre en el lugar de su hijo,llegar a sentir como siente él ,( empatía ) tratar de ser lógico, no dejarse llevar por el dramatismo, ni por los demás, ser consecuente ( sentido común) , y sobretodo quererle, pero quererle… sin condiciones, ( amor, puro y duro, el más difícil pero el mejor, el amor a los hijos)

Otros ingresdiente:

MUCHA INFORMACIÓN

Informe a su adolescente y manténgase informado : La adolescencia es a menudo una época para experimentar y a veces esto incluye comportamientos arriesgados. No eluda los temas relacionados con el sexo, las drogas, el alcohol y el tabaco; conversar con nuestros hijos abiertamente sobre estos temas antes de que se vean expuesto a ellos aumenta las probabilidades de que actúen de forma responsable cuando llegue el momento.

RESPETO A SU PRIVACIDAD

Para algunos padres esto es algo muy difícil. Creen que todo lo que hacen sus hijos es asunto suyo.
Si existen señales de alerta que indican que puede haber problemas, se podría estar obligado a invadir la privacidad del adolescente hasta que se llegue al fondo del problema, pero de lo contrario, hay que manténgase al margen.


Hay que respete su espacio. El dormitorio de un adolescente y sus llamadas telefónicas , mensajes, emails, deben ser algo privado y no hay necesidad de compartir con sus padres todas sus ideas o actividades.

Supervisión pero sin tercer grado:
Todos los niños, adolescentes o no, requieren supervisión de los padres y hay derecho a saber dónde estará el hijo y qué irá a hacer. Pero no hay que esperar que den todos los detalles ni que haya invitación para ir con él/ella.  Establecer la costumbre de que explique con quien sale y donde se podría buscarle en caso de necesidad.

Respetar su intimidad y sus silencios, sin intentar hacerle hablar de algo que no quiera. No presionarlo y mantenerse receptivos para que el joven sepa que puede contar con el apoyo de los padres.

Escucha activa : escuchar con atención lo que quieren explicar o preguntar. Cuando se hable con él, hay que concéntrese en lo que dice. Hacer alguna pregunta sobre lo que explica para demostrar que realmente hay interés en lo que está diciendo. Y ante todo, nunca hay que decir “ahora no tengo tiempo”.
Hablar de lo que les interesa a ellos, así daremos tiempo para abordar los temas que nos interesan a nosotros

NO HAY QUE OLVIDAR

Establecer de antemano reglas apropiadas: Saber ceder y ser flexibles. Si su hora de llegada no es la que el quiere, hay que tratar de negociar. Si se porta bien, el aumentar la hora de llegada puede ser un premio. Hay que fijar normas y límites pero a través del diálogo para que los hijos acepten y asuman compromisos. Hay que tener previstas las sanciones

Crítica y elogios .En primer lugar, la crítica y la corrección debe combinarse con el uso frecuente de elogios. Es decir, hay que ser capaz de ver también lo que hacen bien y decírselo. Por muy desastre que te parezca una persona, siempre tiene valores positivos que hay esforzarte en reconocer. Además es necesario corregir con mucho cariño. Por tanto la crítica debe ser serena , sin precipitaciones y sin apasionamiento. Cuidadosa, sin ironía, sin sarcasmo, como se corrige a un amigo.


No hay que tratarlos como seres inferiores que explican cosas de las que estamos de vuelta.

No hay que sermonear… No aprovechar cualquier ocasión para soltarles “el mismo rollo”.

No hay que hacer comparaciones. Es importante evitar, tanto cuando se les haga propuestas como cuando se les censura, ponernos a nosotros mismos como modelos ("A tu edad yo...") o poner como ejemplo a otras personas ("Mira tu hermano como..."). Es injusto, ofensivo y un camino seguro para conseguir su animadversión. En todo caso compáralo con él mismo ("Seguro que lo conseguirás, como cuando hiciste...").

Libertad según responsabilidad A mayor responsabilidad, mayor autonomía, y ante faltas de responsabilidad, restricciones de autonomía. Si engaña o falta a sus compromisos, no hay que gritarle ni reñirle. Hay que explicarle con toda la calma de que sea capaz, que ha faltado a la confianza dada, por lo cual tendrá menos autonomía hasta que demuestre que es digno de confianza …

Siempre hay que decir porqué. Siempre que se les pida que hagan algo, hay que explicar por qué se les pide. No hay que usar expresiones como "porque lo digo yo" o "porque sí".

No tenemos que dudar siempre. Hay que dejar que se expliquen. Dar crédito a lo que dicen salvo cuando se tenga certeza de lo contrario.


Hay que perdonar cuando sea necesario. Hay que perdonar y si es necesario pedir perdón, esto no hace a nadie más pequeño ante ojos del niño sino más grande.
Tiempo, para él y con él. El debe ser lo más importante.

Hay que compartir alguna actividad ( acompañarle a partidos, o actividades extra escolares, ver juntos algún programa de televisión, escuchar música, ir de compras, etc..meterse un poco en su mundo…)
Compartir alguna preocupación preocupación con su hijo y pidiéndole su opinión puede facilitar la comunicación.

Y el toque final para conseguir un buen resultado

Hay que asegurarle cercanía y afecto incondicional, independientemente de sus logros y comportamiento. El adolescente necesita sentirse seguro y querido por sí mismo. No hay que dar por supuesto que ya lo sabe, se puede expresar también físicamente cuanto se le quiere, con abrazos, o besos, independientemente de la edad que tenga. Hay que decírselo y demostrárselo...

Isabel Menéndez Benavente

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA

Un adolescente en casa: Consejos para disfrutar con la adolescencia de sus hijos Joan Carles Suris. Editorial. De Bolsillo

Un adolescente en mi vida: Manual práctico para la educación de los hijos. D. Maciá. Editorial. Pirámide

100 maravillosas formas de comprender a tu hijo adolescente Trudy Simpson Editorial: Troquel

Socorro! Tengo un hijo adolescente R.T Bayard y J. Bayard Editorial: Ediciones Temas de hoy

 
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