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¿ ES EFICAZ REPETIR CURSO ?



Los docentes y alumnos sólo consideran esta medida útil si se complementa con un plan de apoyo individualizado

Repetir curso no es una medida eficaz para mejorar el rendimiento académico de los alumnos. Sin embargo, es una práctica arraigada en gran parte de los sistemas educativos. Así lo apuntan numerosas investigaciones. Para que la repetición tenga un efecto positivo, es necesario que el estudiante reciba medidas adicionales de refuerzo que le ayuden a paliar las dificultades que le impidieron la promoción. La pieza clave es un plan de apoyo individualizado.

Un 42,2% de los alumnos españoles repite curso antes de finalizar la (ESO), según los últimos datos del Educación Secundaria Obligatoria   Ministerio de Educación correspondientes al curso 2007-2008. El número de repetidores, lejos de disminuir, crece: más de 340.000 alumnos de las enseñanzas obligatorias del sistema educativo trataron de superar de nuevo el año escolar. El grupo de estudiantes que no promociona de curso aumenta de forma significativa en secundaria. Sobre todo, se repite 1º y 3º de ESO, con una frecuencia mayor entre el género masculino y en los colegios públicos.

Una medida controvertida 

La conveniencia o no de permanecer un año más en el mismo curso académico ha sido motivo de polémica frecuente entre los distintos participantes del ámbito educativo. Mientras el Gobierno y las administraciones autonómicas mantienen la repetición dentro de su normativa como una vía obligatoria para quienes no superen los requisitos curriculares de un ciclo o curso escolar, numerosas investigaciones en torno a esta medida evidencian que sus resultados no son eficaces.

Los principales argumentos en contra de la repetición son los siguientes:

• Algunas evaluaciones internacionales, como PISA o TIMSS, demuestran que el rendimiento del alumnado que repite y los resultados académicos son inferiores a los necesarios para promocionar al siguiente nivel.

• Con frecuencia, los alumnos repetidores tienen un concepto de sí mismos más bajo y una actitud menos favorable hacia la escuela.

• Los docentes tienden a infravalorar a los alumnos que no han promocionado de curso.

• Las investigaciones revelan que los resultados del alumno repetidor pueden ser superiores a los logrados la primera vez que realizó el curso. Sin embargo, no son estables en el tiempo y vuelven a bajar dos años después de repetir.

• La promoción automática permite al alumno permanecer con su grupo de edad natural y mantener las amistades.

• Entre los efectos negativos, destacan los relacionados con la socialización y la autoestima: sensación de fracaso, problemas de adaptación al grupo y pérdida de amigos, entre otros.

Argumentos a favor

La opinión sobre los efectos negativos de repetir curso no está generalizada. Varios sectores apuntan las siguientes ventajas de permanecer en un curso si no se alcanzan los objetivos:

• Permite al alumno adquirir madurez y mejorar las destrezas básicas que evitarán el fracaso escolar posterior.

• El estudiante tiene la oportunidad de conocer una situación de éxito escolar y, de esta forma, se evita el fracaso a largo plazo. Puede ser un estímulo para favorecer la disposición al estudio y aumentar la autoestima.

• Promocionar de curso sin alcanzar el nivel suficiente incrementa las dificultades para seguir el ritmo de la clase, ya que supone pasar a una situación educativa para la que no está preparado.

• Repetir en cursos superiores puede resultar de ayuda para que los alumnos sean más responsables de su trabajo académico.

• Los alumnos argumentan que, al repetir, las clases les resultan mas fáciles, adquieren conocimientos que no tenían, hacen nuevos amigos y el profesorado ayuda más en los estudios.

¿Por qué se repite curso?

La normativa respecto a la promoción de curso obliga a repetir a los alumnos que no alcanzan las competencias básicas en los primeros años y a quienes obtienen un máximo de materias con evaluación negativa en ciclos posteriores. Pero, ¿por qué llega un estudiante a esta situación?

El reciente informe (abril de 2009) "Efecto de la repetición de curso en el proceso de enseñanza-aprendizaje del alumnado", del Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa, explica las causas frecuentes de la repetición, tal como las aprecian los principales actores: alumnos y docentes.

En general, los estudiantes atribuyen la responsabilidad al propio repetidor y citan entre los motivos específicos la falta de esfuerzo, de motivación e interés y, en menor grado, la carencia de conocimientos de cursos anteriores. Los docentes coinciden con esta opinión, aunque añaden como factor también destacable la falta de apoyo familiar. Otros estudios argumentan como causa propuesta por el alumnado "que el profesorado no adapta las enseñanzas al nivel del estudiante".

Normativa de la LOE sobre la repetición de curso

En el desarrollo de la actual Ley Orgánica de Educación, las distintas normativas que establecen las enseñanzas mínimas de las diferentes etapas educativas marcan las condiciones necesarias que deben cumplir los estudiantes para promocionar de curso.

Educación primaria: el profesorado adopta la decisión sobre la promoción al finalizar cada uno de los ciclos (2º, 4º o 6º de primaria), en función de la información y el criterio del tutor del alumno. Si el estudiante no ha alcanzado las competencias básicas y el adecuado grado de madurez, puede permanecer un año más en el mismo ciclo, aunque esta medida sólo se puede adoptar una vez en toda la etapa. La LOE establece que la repetición debe complementarse con un plan específico de refuerzo o recuperación.

Educación secundaria: los estudiantes de ESO pueden repetir dos veces como máximo dentro de la etapa y una sola vez cada curso, excepto en 4º de ESO. Éste se puede cursar una tercera vez si no se ha repetido en cursos anteriores. No promocionan los alumnos que obtienen una evaluación negativa en tres o más asignaturas, aunque de forma excepcional, el equipo docente puede autorizar que un estudiante pase de curso con tres suspensos si considera que estos no le impedirán seguir con éxito los estudios posteriores. Al igual que en primaria, la repetición debe acompañarse de un plan personalizado orientado a la superación de las dificultades detectadas.

Bachillerato: los alumnos pueden repetir el primer curso de esta etapa educativa siempre que obtengan una evaluación negativa en tres o más materias. Según el acuerdo adoptado por el Ministerio de Educación y 12 comunidades autónomas, los alumnos que no promocionan a segundo y tienen suspensas tres o cuatro asignaturas no están obligados a cursar de nuevo las materias aprobadas con anterioridad. Bastará con matricularse en las asignaturas que no han superado. Sin embargo, en las cinco autonomías que no han suscrito el acuerdo (Madrid, Murcia, La Rioja, Comunidad Valenciana y Navarra), los bachilleres deben repetir el curso completo, aunque en algunos casos se puede guardar la nota obtenida el año anterior.

 
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