Los padres suelen equiparar responsabilidad con obligación. Así dicen: “Es tu obligación ir a la escuela” o “Tienes que hacer tus tareas”. Sin embargo, podemos percibir que lo que se presenta como obligación tiende a vivirse como una carga y con sufrimiento. Por otra parte, los niños hacen las cosas siguiendo más el criterio de si les gustan o no: “Es que no me gusta, papá” o “No quiero hacerlo”.
Entre la mentalidad de la obligación de los padres y el “quiero o no quiero” de los hijos existe una gran distancia, por lo que suelen surgir con frecuencia los conflictos.
Hay que plantear la responsabilidad en base a la necesidad. Hacer las actividades para resolver distintas necesidades: físicas, sociales, psicológicas... Vamos al trabajo porque necesitamos el dinero para vivir; los niños necesitan comer, ordenar su habitación, poner la mesa, estudiar... Por tanto, hay que empezar informándoles que precisan asumir responsabilidades para solucionar sus necesidades. Ante las diversas situaciones les haremos la pregunta ¿Lo necesitas? Si la respuesta es afirmativa no tienen cabida ni la obligación ni el “no me gusta o no quiero”; sencillamente lo necesitas hacer.
Conviene también revisar cómo se les está presentando este tema, porque lo que se quiere es que los hijos se responsabilicen, pero, a veces, se les sobreprotege. De esta forma se está impidiendo que ellos maduren y solventen sus cuestiones.
Los padres suelen mandar mucho a los hijos: “Come”, “Vístete”, “Vete a dormir”... El mandar, que en otros tiempos tuvo su eficacia, hoy no parece viable. De hecho se les manda, pero, ¿ ya obedecen ? Ahora se requiere que sustituya el mandar por el pedir. Cuando uno pide está tomando en consideración a los otros; el pedir conlleva respeto e invita a la colaboración: “Hijo, te pido que recojas la ropa”, resulta más adecuado que: “Recoge la ropa ahora mismo o...”
El papel como padres está en presentarles opciones donde los hijos puedan ejercitar su responsabilidad, pactando las tareas y sus contrapartidas. Hay que valorar sus logros y procurar que sientan el apoyo y cercanía de sus padres. En estos procesos de aprendizaje va bien tener paciencia, tolerancia y respetar los ritmos de cada niño. Es preciso confiar en ellos, sentirlos capaces y tener expectativas constructivas.
Es obvio que para desarrollar la responsabilidad hay que dar responsabilidades. Cuando los adultos sobreprotegen, miman al niño y hacen las tareas que él sólo podría hacer, no le dejan crecer como persona. Los niños, según los expertos, entre otras, pueden tener las siguientes responsabilidades:
EN EDUCACIÓN INFANTIL
- Recoger sus juguetes.
- Poner y quitar su plato y sus cubiertos de la mesa.
- Llevar la ropa sucia al lugar indicado para ello.
- Dar correctamente los recados.
- Colaborar en la preparación de su mochila, poniendo el almuerzo.
- Colaborar en la preparación de su fiesta de cumpleaños.
- Realizar con supervisión las tareas que indique la profesora.
- Comer solos.
- Vestirse con un poco de ayuda.
- Cepillarse los dientes, lavarse la cara y las manos.
- Ir al baño.
- Compartir sus cosas con otros hermanos, amigos.
- Esperar su turno, saber esperar.
- Ir a la compra con los adultos, coger las cosas que se le indique.
- Cuidar una mascota o una planta con supervisión del adulto.
- Manejar un poco de dinero para comprar un helado, papas, pipas,….
EN EDUCACIÓN PRIMARIA
- Preparar la mochila con todos los materiales que necesitan llevar al colegio
- Realizar de forma autónoma las tareas que indique la profesora.
- Recoger sus juguetes, libros, cuadernos, pinturas,…..
- Ordenar su habitación. Colaborar para hacer su cama.
- Preparar la mochila de las actividades extraescolares: fútbol, natación,….
- Aseo personal: cepillarse los dientes, lavarse las manos, peinarse
- Preparase la ropa para la ducha.
- Colaborar en la preparación de la ropa para el día siguiente
- Calentarse la leche en el microondas.
- Colaborar en la preparación de la merienda.
- Poner y quitar la mesa. Comenzar a fregar con supervisión de un adulto.
- Sacar la basura.
- Poner comida y bebida a una mascota. Limpiarla.
- Tomar parte activa en la preparación de sus fiestas (comunión, cumpleaños,….)
- Hacer compras sencillas.
- Anotar en la lista de la compra alimentos relacionados con su consumo
- Colaborar en la realización de la compra familiar.
- Ayudar a colocar y ordenar la compra
- Venir solo al colegio.
- Acostarse a una hora prudente. (22.30 h) (las series de la tele se pueden gravar)
- Colaborar en la preparación de su maleta cuando se van de viaje.
- Preparase juegos, música, libros,… cuando se van de viaje.
- Escuchar a los demás. Respetar el turno de palabra.
- Manifestar sus necesidades sinceras y reales. Demorar los caprichos.
- Cuidar un tiempo (1 h) a sus hermanos pequeños.
- Saber hasta dónde pueden meterse en la playa.
- Decir la verdad aunque te perjudique.
EN EDUCACIÓN SECUNDARIA -1er ciclo-
- Hacer todos los deberes escolares sin que nadie se lo recuerde.
- Ordenar su habitación incluyendo armarios y la cama bien hecha.
- Organizar sus fiestas de cumpleaños.
- Acudir a las actividades extraescolares con el equipamiento adecuado.
- Aseo e higiene personal. Ducharse diariamente dejando el baño aseado.
- Fregar los platos, quitar el polvo, fregar el suelo.
- Doblar y recoger su ropa
- Prepararse el almuerzo y la merienda. Cocinar comidas sencillas.
- Organizar su ocio y tiempo libre.
- Llevar las llaves de casa.
- Anotar en la lista de la compra cosas que faltan.
- Realizar compras.
- Organizar sus libros, sus CDs de música.
- Prepararse la maleta cuando se van de excursión, viaje, campamento, ..
- Acostarse a una hora razonable 23 h.
- Levantarse a la primera vez que se les llama o poniéndose el despertador.
- Tomarse la medicación pautada por el médico.
- Alimentarse de forma adecuada, evitando “caprichitos”
Fuente: Consumer Eroski