ASERTIVIDAD
La asertividad se define como la capacidad de expresar opiniones y sentimientos sin sentirse manipulado y sin manipular a los demás.
Consiste además en defender tus derechos y decir NO a una petición sin sentirte culpable.
La asertividad está muy relacionada con la autoestima.
Una persona con falta de asertividad suele tener también una baja autoestima, es decir, tiene un bajo concepto de sí mismo y piensa que las necesidades y opiniones de los demás son más importantes que las suyas propias.
La asertividad o la falta de ella, puede generar distintos comportamientos:
COMPORTAMIENTO AGRESIVO
Las personas con un comportamiento agresivo critican a los demás, dominan, hablan alto, siempre creen tener razón y gesticulan exageradamente. Agreden a los demás con acusaciones y amenazas y no tienen en cuenta las opiniones y los sentimientos de los demás. La ventaja de las personas que se comportan así es que raramente son pisoteados por otros y la mayor desventaja es que nadie quiere tenerlos cerca, los evitan.
COMPORTAMIENTO PASIVO
Las personas con este comportamiento suelen quedarse calladas, permiten que las dominen y les digan lo que tienen que hacer.
Después de no responder se preguntan qué deberían haber dicho o hecho y se suelen sentir mal con ellas mismas.
La ventaja de este comportamiento es que rara vez son rechazados por los demás y la desventaja y es que los demás se aprovechan de ellos y terminan acumulando una gran carga de ira y resentimiento.
En ambos casos (agresivo y pasivo) la persona no consigue lograr lo que desea.
COMPORTAMIENTO ASERTIVO
Se comporta de forma asertiva la persona que defiende sus intereses, expresa sus opiniones y no permite que los demás se aprovechen de ella.
Implica también, ser respetuosos y tolerantes con los puntos de vista de los demás.