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Aprendiendo a sentir y hacerle frente al miedo


El miedo está en el corazón de casi todos los comportamientos improductivos. Cuando alguien parece particularmente testarudo, irresponsable, ciego a lo que está pasando, poco dispuesto a colaborar o comprometerse, seguramente encontrará con toda seguridad el miedo detrás de todo ello. Por supuesto, es poco probable que la persona en cuestión lo admita, incluso para ella misma. Nadie quiere admitir que tiene miedo, especialmente en el trabajo, en donde se trata de ser decisivo y confiable.


Cuando se trata del miedo, las discusiones racionales, los argumentos lógicos, y los razonamientos aparentemente obvios, no te llevan a ninguna parte (excepto a la frustración). Por lo que, antes de tratar de persuadir a alguien, tomate un momento para ponerte en la situación de la otra persona y realizarte un par de preguntas.

1. ¿Que podría preocuparte, asustarte o molestarte si estuvieses en sus zapatos?

2. ¿Que sabes sobre la persona que podría ayudarte a entender cuáles son sus ansiedades? Por ejemplo, algunos directivos o gerentes de empresa, conscientemente, sienten que el número de personas que los reporta es un indicador directo de su importancia.

3. Al mirar las respuestas de estas preguntas, ¿Puedes ver una lógica conducida por el miedo en sus acciones? Todavía podrías no entenderlos personalmente, tus miedos en circunstancias similares quizás sean un poco diferentes, pero cuando miras a la situación desde una perspectiva externa, las reacciones y comportamientos de otros a veces tienen sentido.

Mientras realizas este proceso, trata de mantenerte alejado de las críticas y de los juicios. El miedo no es racional. Tu objetivo es ser tan objetivo y compasivo como puedas, por lo que podes usar tu comprensión para tener una conversación más productiva con quien siente miedo. Una vez que encuentres el miedo, considera como puedes hacer para hacerle frente sin que la otra persona se sienta más vulnerable y miedosa. La elección de tus palabras es crucial: debes crear más seguridad, no menos!

Cuando te conectes gentilmente con el miedo y demuestres que lo entiendes, es probable que la otra persona escuche y responda racionalmente a tu suposición lógica para solucionar el problema, especialmente si estas en la posición de crear soluciones que reconozcan y respondan a sus miedos.

 
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