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Clases particulares: sólo una ayuda coyuntural


Conviene entenderlas como una solución temporal, que concluirá una vez se obtengan los resultados deseados

Matemáticas, física, química e idiomas son las asignaturas "hueso" para los estudiantes de nuestro país y, por tanto, las más demandadas por las miles y miles de familias que recurren a las clases particulares para aumentar las posibilidades de que sus hijos logren una buena calificación o, al menos, un aprobado. Según el informe "Las actividades del alumno fuera del horario escolar" publicado por el Instituto Nacional de Calidad y Evaluación (INCE), un 12% de los alumnos de ESO recibe la ayuda externa de un profesor particular, y un 20% acude a una academia para reforzar sus conocimientos. De hecho, el sector de la enseñanza particular en España factura cerca de 300 millones de euros anuales.

De cada diez alumnos de las etapas obligatorias, tres cuentan con el apoyo en las tareas escolares de padres, hermanos, de un profesor o academia. Según las estadísticas, en educación primaria son más los alumnos de la enseñanza privada que de la pública que buscan un refuerzo académico externo, pero en la educación secundaria obligatoria se invierte esta proporción. Otro estudio elaborado por la empresa Educa-System señala que de los cerca de dos millones de estudiantes que reciben apoyo fuera de la escuela, sólo 130.000 acuden a profesores específicamente preparados, mientras que 1,78 millones de escolares reciben ayuda de docentes no profesionales.

La elección del profesor particular
  •  Ante todo debe ser un profesional que aclare las dudas del niño en la comprensión del contenido de cada materia, y le enseñe a estudiar, a organizarse, a ser responsable y perseverante.
  •  Pida referencias del profesor. Infórmese si está capacitado para la asignatura o asignaturas que tenga que impartir.
  • Cerciórese de que se trata de una persona responsable, seria con su trabajo y puntual.
  • Si se decanta por una academia, infórmese de sus métodos, sus índices de éxito, la satisfacción de los estudiantes, la cantidad de alumnos en clase, etc.
  • Si el niño tiene menos de 12 años, lo ideal es que el profesor particular sea un maestro en lugar de un estudiante de alguna carrera. La ayuda que el maestro le puede ofrecer en cuanto a organización, diferentes técnicas de estudio, motivación será de mayor calidad debido a su formación.
  • Para los mayores de 12 años, con dificultades en determinadas áreas, es fundamental el conocimiento específico de la materia. Por ello, hay que buscar a alguien que domine el tema, y que además, sepa impartirlo de modo
Claves para que las clases de apoyo sean un éxito

  •  La decisión de tomar un profesor particular no puede surgir de un enfado pasajero por las notas del niño.

  •  Evalúe tranquilamente la conveniencia de un profesor particular para su hijo:

    a.-Si manifiesta un retraso notable en el aprendizaje de alguna materia.

    b.-Si tiene una dificultad especial para aprender y perfeccionar la lectura y escritura, debido a algún trastorno de aprendizaje como la dislexia.

    c.-Si observa actitudes negativas habituales hacia el estudio como la apatía, indisciplina, desorden en la realización del trabajo, etc.

    d.-Si presenta carencias de hábitos de trabajo o deficiencias importantes en el método de estudio.

    e.-Si estos problemas causan peleas en casa que desgastan la relación familiar y acaban con la paz del hogar.

    • El niño debe saber que ésta es una ayuda temporal, por un problema específico. No permita que se relaje en clase pensando que en casa se pondrá al día.

    • Para que los resultados sean los deseados es fundamental que el niño se sienta motivado y cómodo en las clases.

    • Mantenga una comunicación constante con el profesor para ir controlando los logros de su hijo.

    • Cuando las clases alcancen el objetivo deseado, vaya distanciándolas, hasta suprimirlas por completo.

 
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