Cada vez más investigadores sugieren que ayudar a los niños a desarrollar habilidades sociales y emocionales desde temprana edad afecta a su salud y bienestar a largo plazo. Los estudios han demostrado que su conducta y salud mental empieza a estabilizarse hacia los 8 años y pueden predecir su conducta y salud mental posterior.
“Si antes y durante sus primeras etapas de primaria aprende a expresar sus emociones de forma constructiva y se implican en relaciones afectuosas y respetuosas es más probable que eviten la depresión, la agresividad y otros graves problemas de salud mental a medida que crezcan”.
Las investigaciones han aportado gran cantidad de datos que indican que los estudiantes obtienen mejores resultados cuando el aprendizaje académico se combina con el social y emocional.
¿Cuáles son estas habilidades decisivas?
En 1995, Daniel Goleman, Eileen Rockefeller Growald, Timothy Shriver, Linda Lantieri y otros fundaron Collaborative for Academic, Social, and Emotional Learning (CASEL), una organización que se centra en el uso del aprendizaje social y emocional como parte esencial de la educación.
CASEL propone cinco grupos básicos de habilidades o aptitudes que construyen la inteligencia emocional y que pueden cultivarse sistemáticamente en casa y en la escuela:
AUTOCONCIENCIA:
Identificar los pensamientos, los sentimientos y la fortaleza de cada uno, y notar cómo influyen en las decisiones y en las acciones.AUTOCONCIENCIA SOCIAL:
Identificar y comprender los pensamientos y los sentimientos de los demás desarrollando lo empatía, y ser capaz de adoptar el punto de vista del otro.AUTOGESTIÓN:
Dominar las emociones para que faciliten la tarea que se está realizando y no interfieran en ella, establecer objetivos a corto y largo plazo y hacer frente a los obstáculos que puedan aparecer.TOMA DE DECISIONES RESPONSABLE:
Generar, ejecutar y evaluar soluciones positivas e informadas a los problemas y considerar las consecuencias a largo plazo de las acciones para uno mismo y para los demás.HABILIDADES INTERPERSONALES:
Expresar rechazo a las presiones negativas de compañeros y trabajar para resolver conflictos con el objetivo de mantener unas relaciones sanas y gratificantes con los individuos y el grupo.Cuando los niños aprenden y dominan las habilidades sociales y emocionales les ayuda no solo en la escuela, sino también en todos los aspectos vitales.
Muchos estudios han descubierto que los jóvenes que poseen estas habilidades sociales y emocionales son más felices, tienen más confianza en sí mismos y son más competentes como estudiantes, miembros familiares, amigos y trabajadores.
Al mismo tiempo, tienen menos predisposición al abuso de drogas o alcohol, la depresión o la violencia.
Cuando los padres y los hijos practican y emplean estas habilidades en casa, los efectos son doblemente beneficiosos. No solo se facilita a los jóvenes la adquisición de esta habilidades, sino que las relaciones interfamiliares tienden a mejorar cuando los miembros se escuchan abiertamente y resuelven los problemas juntos. Loa niños también comprenden que el aprendizaje es un proceso que se desarrolla durante toda la vida, no finaliza cuando termina la escuela. El aprendizaje social y emocional es como una póliza de seguros para una vida sana, positiva y satisfactoria.
Inteligencia emocional infantil y juvenil. Linda Lantieri