Una de las estrategias más usadas en todos los tiempos para dormir a los bebés ha sido leerles cuentos. A continuación hay algunas razones de porqué no podemos perder esta tradición.
- Leerle un cuento a un niño es la mejor forma de arrullarlo para que se quede dormido, pero los expertos dicen que también ayuda a su cretividad, fomentar su capacidad de escucha y concentración.
- Cuando un padre o una madre narra un cuento o le canta una canción a su hijo está realizando un acto de amor. Le dedica un tiempo de calidad.
- Aprenda a reconocer que los cuentos que le narra le gustan al niño, porque le pida que se lo repita.
- Los cuentos abren las puertas de la imaginación, de lo mágico, pues en ellos todo resulta posible: los animales pueden hablar, aparecen palabras mágicas para abrir puertas, esto contribuye a mantener la capacidad de asombro en los niños e incentivar su creatividad.
- A través de los cuentos los niños aprenden que en la vida existen los roles y de esta manera aumenta su capacidad para desenvolverse mejor en el plano social.
- Los cuentos presentan mucha información geográfica e histórica que ayuda a un niño a empezar a ubicar diferentes momentos históricos y a aprender de una forma amena datos de cultura general. Además, los cuentos muestran como en la vida se van presentando problemas y que con habilidad se pueden ir resolviendo.
- Selecciona entonces cuentos que tengan personajes con valores, que le permitan al niño tener modelos a seguir. Explícale porque los malos son malos, cuáles son sus antivalores y qué hace buenos a los protagonistas. Cada vez que puedas aprovecha para hacerle caer en cuenta que todo en la vida trae consecuencias, tanto las malas actuaciones como las buenas.
Fuente: Cosas de Bebés