Los obispos españoles han denunciado hoy que las especies protegidas de la fauna y la flora tienen mayor protección jurídica que el no nacido, y han reclamado al menos que la vida humana, desde el embrión, goce "de la misma protección que otros bienes".
En una entrevista realizada por la SER equipara a un niño con un lince. El animal aparece con el sello de protegido y sobre el bebé se preguntan "¿y yo?". Martínez Camino ha indicado que en España no se respetan los derechos del no nacido. "Si salen adelante ciertas propuestas (en referencia a una futura ley del aborto) la situación empeorará, la protección será aún menor", ha afirmado.
El secretario y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José Antonio Martínez Camino, ha anunciado la Jornada en Defensa de la Vida, que celebrará la Iglesia católica el próximo 25 de marzo, y que este año tiene características especiales "por la anunciada reforma del aborto", de la que ha asegurado que "una ley que no proteja el derecho a la vida es una ley injusta y que incluso no tiene carácter de ley".
"La verdadera justicia es proteger la vida de quienes van a nacer y ayudar a las madres para que puedan acoger la vida que llevan en sus senos", ha asegurado el portavoz de la Conferencia Episcopal. En su opinión, la ley actual es insuficiente y no protege al 'nasciturus'.
Desde hoy y hasta el próximo 30 de marzo estarán visibles en 1.300 vallas publicitarias que serán desplegados en 36 ciudades españoles. No será la única medida que adopte la Iglesia. También han enviado 30.000 carteles para parroquias y centros católicos de toda España además de distribuir en las diócesis un total de 8 millones de folletos.
¿Un gasto excesivo en tiempo de crisis?
El pasado viernes, los obispos criticaron el tratamiento desarrollado por primera vez de forma completa en España, que ha permitido el nacimiento de Javier, un bebe seleccionado genéticamente para salvar a su hermano enfermo, lo que se denominaron como "bebé medicamento". Argumentaron que los planteamientos emotivos para justificar estas prácticas horrendas son "inaceptables". Una práctica que, según la Conferencia Episcopal, reduce al ser humano a la mera consideración de producto de laboratorio.
Aquí está clara la doble moral y distinta vara de medir que tienen los obispos. Les duele el aborto, pero no les duele los niños que muere en las guerras, por hambre o por abusos de desalmados. Están por encima del bien y del mal. Excomulgan y condenan a una niña violada por su padrastro… Callan ante la pederastia, que por cierto, algunos de sus miembros están imputados…
¿Desde cuando la Iglesia debe decidir si las leyes civiles son válidas o no?
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