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Las redes sociales son una nueva forma de interacción y uno de los servicios más demandados por los internautas actualmente. Constituyen una herramienta de comunicación sin fronteras que nos permite mantener la proximidad poniendo en contacto a amigos y a personas que se identifican con las mismas necesidades, aficiones o inquietudes. Hoy en día, las redes sociales, constituyen uno de los ejemplos de las aplicaciones más utilizadas en la denominada Web 2.0 y que está incrementando su uso día a día de forma vertiginosa.
Básicamente el funcionamiento comienza cuando una vez montado el soporte técnico, un grupo de iniciadores invitan a amigos y conocidos a formar parte de la red social, cada miembro nuevo puede traer consigo muchos nuevos miembros y el crecimiento de esa red social puede ser geométrico, transformándose en un interesante negocio.
En las redes sociales en Internet tenemos la posibilidad de interactuar con otras personas aunque no las conozcamos, el sistema es abierto y se va construyendo obviamente con lo que cada suscripto a la red aporta, cada nuevo miembro que ingresa transforma al grupo en otro nuevo. La red no es lo mismo si uno de sus miembros deja de ser parte.
Intervenir en una red social empieza por hallar allí otros con quienes compartir nuestros intereses, preocupaciones o necesidades y aunque no sucediera más que eso, eso mismo ya es mucho porque rompe el aislamiento que suele aquejar a la gran mayoría de las personas, lo cual suele manifestarse en retraimiento y otras veces en excesiva vida social sin afectos comprometidos.
Las redes sociales dan al anónimo popularidad, al discriminado integración, al diferente igualdad, al malhumorado educación y así muchas cosas más.
La fuerza del grupo permite sobre el individuo cambios que de otra manera podrían ser difíciles y genera nuevos vínculos afectivos y de negocios.
El atractivo que despiertan en los adolescentes es impresionante ya que en ellas se sienten protagonistas de una comunicación experimental nueva. Cada semana comprobamos que casi 8.000 personas se registran en estas redes, y Facebook, con 175 millones de usuarios está a punto de alcanzar a MySpace que ya cuenta con 200 millones. Parece que si no perteneces a Facebook, Tuenti o MySpace por citar algunas, simplemente no existes.
Estas redes no son malas en sí mismas, lo que puede llegar a ser potencialmente peligrosa es su incorrecta utilización. Por tanto, no debemos prohibir su uso, lo verdaderamente importante es educar en su uso adecuado. El problema no está en las redes sino en los padres y los maestros que están fuera de juego.
Pero para educar es necesario educarse y comprender perfectamente el funcionamiento y la filosofía de las redes. Luego, el sentido común y la confianza con nuestros hijos harán gran parte del trabajo. Las redes sociales son auténticas ventanas a la intimidad de nuestros hijos y a la nuestra propia. Los adultos tenemos más criterio y experiencia para saber qué podemos y qué no debemos poner en nuestros perfiles. Sin embargo nuestros hijos pueden desvelar datos, imágenes, sentimientos,… a los que pueden acceder terceras personas, incluidos los medios de comunicación. También pueden vulnerar la intimidad de amigos y compañeros.
Por eso es importante que nos impliquemos, sobre todo con los adolescentes. Que hablemos con ellos, que nos enseñen sus perfiles y sus amigos "virtuales", que naveguemos a su lado.
Las herramientas que proporcionan en general las redes sociales en Internet son:
• Actualización automática de la libreta de direcciones
• Perfiles visibles
• Capacidad de crear nuevos enlaces mediante servicios de presentación y otras maneras de conexión social en línea.
Las REDES SOCIALES y los adolescentes
Las redes sociales son una nueva forma de interacción y uno de los servicios más demandados por los internautas actualmente. Constituyen una herramienta de comunicación sin fronteras que nos permite mantener la proximidad poniendo en contacto a amigos y a personas que se identifican con las mismas necesidades, aficiones o inquietudes. Hoy en día, las redes sociales, constituyen uno de los ejemplos de las aplicaciones más utilizadas en la denominada Web 2.0 y que está incrementando su uso día a día de forma vertiginosa.
Básicamente el funcionamiento comienza cuando una vez montado el soporte técnico, un grupo de iniciadores invitan a amigos y conocidos a formar parte de la red social, cada miembro nuevo puede traer consigo muchos nuevos miembros y el crecimiento de esa red social puede ser geométrico, transformándose en un interesante negocio.
En las redes sociales en Internet tenemos la posibilidad de interactuar con otras personas aunque no las conozcamos, el sistema es abierto y se va construyendo obviamente con lo que cada suscripto a la red aporta, cada nuevo miembro que ingresa transforma al grupo en otro nuevo. La red no es lo mismo si uno de sus miembros deja de ser parte.
Intervenir en una red social empieza por hallar allí otros con quienes compartir nuestros intereses, preocupaciones o necesidades y aunque no sucediera más que eso, eso mismo ya es mucho porque rompe el aislamiento que suele aquejar a la gran mayoría de las personas, lo cual suele manifestarse en retraimiento y otras veces en excesiva vida social sin afectos comprometidos.
Las redes sociales dan al anónimo popularidad, al discriminado integración, al diferente igualdad, al malhumorado educación y así muchas cosas más.
La fuerza del grupo permite sobre el individuo cambios que de otra manera podrían ser difíciles y genera nuevos vínculos afectivos y de negocios.
El atractivo que despiertan en los adolescentes es impresionante ya que en ellas se sienten protagonistas de una comunicación experimental nueva. Cada semana comprobamos que casi 8.000 personas se registran en estas redes, y Facebook, con 175 millones de usuarios está a punto de alcanzar a MySpace que ya cuenta con 200 millones. Parece que si no perteneces a Facebook, Tuenti o MySpace por citar algunas, simplemente no existes.
Estas redes no son malas en sí mismas, lo que puede llegar a ser potencialmente peligrosa es su incorrecta utilización. Por tanto, no debemos prohibir su uso, lo verdaderamente importante es educar en su uso adecuado. El problema no está en las redes sino en los padres y los maestros que están fuera de juego.
Pero para educar es necesario educarse y comprender perfectamente el funcionamiento y la filosofía de las redes. Luego, el sentido común y la confianza con nuestros hijos harán gran parte del trabajo. Las redes sociales son auténticas ventanas a la intimidad de nuestros hijos y a la nuestra propia. Los adultos tenemos más criterio y experiencia para saber qué podemos y qué no debemos poner en nuestros perfiles. Sin embargo nuestros hijos pueden desvelar datos, imágenes, sentimientos,… a los que pueden acceder terceras personas, incluidos los medios de comunicación. También pueden vulnerar la intimidad de amigos y compañeros.
Por eso es importante que nos impliquemos, sobre todo con los adolescentes. Que hablemos con ellos, que nos enseñen sus perfiles y sus amigos "virtuales", que naveguemos a su lado.
Las herramientas que proporcionan en general las redes sociales en Internet son:
• Actualización automática de la libreta de direcciones
• Perfiles visibles
• Capacidad de crear nuevos enlaces mediante servicios de presentación y otras maneras de conexión social en línea.