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CÓMO SE LLEGA A SER BUEN LECTOR


Cada paso que toma un niño hacia la lectura los lleva hacia el próximo nivel. Poco a poco, el niño acumula el conocimiento necesario para convertirse en un buen lector.

Durante los primeros 6 años, la mayoría de los niños
  •  Hablan y escuchan
  • Escuchan historias que se les lee en voz alta
  •  Fingen leer
  •  Aprenden a manipular los libros
  •  Aprenden sobre el material impreso y cómo funciona
  •  Identifican letras por nombre y por forma
  •  Identifican sonidos individuales en el habla
  •  Escriben con garabatos y dibujos
  •  Conectan letras individuales con los sonidos que representan
  •  Conectan lo que ya saben con las lecturas que escuchan
  •  Pueden predecir lo que sucederá en las historias o poesías
  •  Conectan combinaciones de letras con sonidos
  •  Reconocen palabras sencillas escritas
  •  Dan resumen de lo que se trata una historia
  •  Escriben las letras individuales del abecedario
  •  Escriben palabras
  •  Escriben oraciones sencillas
  •  Leen libros sencillos
  •  Pueden escribir para comunicarse
 Los niños pueden conseguir más de un solo logro a la vez. Esta lista de logros, sin embargo, nos da una idea general sobre cómo progresará un niño hacia la lectura.

Hablar y escuchar
Los científicos que investigan cómo funciona el cerebro han descubierto muchísimo sobre cómo aprendemos . Han descubierto que los bebés aprenden mucho más mediante los sonidos y las imágenes que les rodean de lo que antes pensábamos. Se puede ayudar a un bebé aprovechando el deseo de aprender que el manifiesta naturalmente.

Desde un principio, los bebés intentan imitar los sonidos que nos escuchan hacer. Ellos "leen" nuestros gestos y movimientos. Por eso es muy importante hablarles, cantar, sonreír y hacer gestos y ademanes con los bebé. Escuchar hablar a su madre es el primer paso que da su bebé hacia la lectura, puesto que le ayuda a desarrollar un amor por el idioma y por aprender nuevas palabras.

A medida que un niño va creciendo, hay que seguir hablándole. Preguntándole sobre las cosas que hace. Haciéndole preguntas sobre los sucesos y los personajes en las historias que leen juntos. Hay que hacerle saber que se le escucha cuidadosamente a todo lo que él dice. Al hacer que hable y escuche, estamos animando al niño a pensar mientras habla. Además, le estamos demostrando que respetamos su conocimiento y su capacidad para seguir aprendiendo.

Cómo leer juntos

 Mientras que el niño es todavía  un bebé debe incorporar la lectura a su rutina cotidiana. Seleccionaremos un momento típicamente apacible, por ejemplo, justo antes de dormir. Así le daremos una oportunidad de descansar entre la hora de jugar y la hora de dormir. Si es posible leeremos con él en el regazo o abrazándolo para que se sienta feliz y seguro en nuestros brazos. A medida que vaya creciendo, quizás comience a moverse un poco mientras  le leemos. Pero si se cansa  o se inquieta demasiado, suspenderemos la lectura. Haremos lo posible por que la lectura en voz alta sea un momento cómodo que el niño anticipe todos los días. Así disfrutará mucho más de la lectura de esta manera.

Trataremos de leer por lo menos 30 minutos cada día con el niño. Al principio leeremos  unos cuantos minutos a la vez, varias veces al día. A medida que el niño vaya creciendo, podremos darnos cuenta si él quiere leer  más tiempo. No debemos desanimarnos  si de vez en cuando hay que perderse una sesión o si no siempre es posible tener el mismo itinerario. Volveremos a la rutina tan pronto como sea posible. Ante todo, ¡Aseguremosnos que la lectura sigue siendo una actividad compartida y divertida para ambos!

¿Qué significa?
 Desde los primeros días hay que hablar con el niño sobre lo que se está leyendo. Se puede señalar los dibujos e identificar las cosas que aparecen en ellos. Cuando él esté listo, hay que pedirle que haga lo mismo.
Al leer los cuentos e historias  hay que leer despacito y detenerse de vez en cuando para pensar en voz alta sobre lo que se acaba de leer. Cuando el niño comience a hablar, hay que pregúntele cosas sobre la historia, así como, "¿Qué piensas que va a suceder ahora?" o "¿Sabes lo que es un palacio?"
Hay que responder a sus preguntas y, si creemos que hay algo que no está captando, paramos y hablamos más sobre lo que ha preguntado. No hay que preocuparse si de vez en cuando se pierde el ritmo de un cuento para aclarar algo importante. Sin embargo, no hay que detenerse tanto que el niño pierda el hilo de lo que está pasando en el cuento.

¡Busquemos libros!
Los libros que escojamos para leer con el niño son muy importantes. Si no estamos seguro cuáles son los libros más adecuados para nuestro hijo, pediremos asesoramiento, en una librería o Biblioteca.
Hay que familiarizar al niño con los libros desde que es bebé. Dejarle que juegue con libros hechos especialmente para bebés con portadas y páginas de cartón grueso; libros de tela que se pueden lavar, libros para estimular el sentido del tacto, o aquellos libros que tienen ventanitas tras las cuales el bebé puede descubrir sorpresas. Buscaremos libros con tapas que tengan dibujos o fotografías grandes de cosas que se encuentran a diario. No hay que preocuparse si al principio el bebé se mete los libros a la boca o si los tira al suelo. Hay tener paciencia. Abrazar al bebé mientras que le señalamos los dibujos y le hablamos animadamente sobre los dibujos muy pronto cautivará su interés.
A medida que el niño vaya acercándose a la edad preescolar o de jardín de infancia, podemos buscar libros que tengan historias más largas y más texto en las páginas.
También buscaremos libros que tengan palabras y frases que se repiten para que comience a leer o reconocerlas cuando las vea..

Hay que tener en cuenta que los niños disfrutan con los libros que se tratan de personas, lugares y cosas que son similares a las que ellos conocen. Los libros pueden tratarse sobre el lugar donde viven o sobre aspectos de su cultura, ya sea su religión, sus días festivos, o la manera en que se visten. Si su niño tiene algún interés especial, así como los dinosaurios o bailarinas de ballet, busque libros con esos temas.

Demuéstremosle que nosotros también leemos
Cuando llevamos a un niño a la biblioteca, debemos coger nosotros un libro también. Daremos un buen ejemplo al permitirle vernos leyendo por placer. Le pediremos que traiga uno de sus libros y se siente con nosotros para leer mientras que leemos nuestro s libro, una revista o el periódico. No nos preocuparemos si se siente un poco incómodo como lector. Verlo leer es lo que cuenta. Cuando el niño ve que la lectura vale mucho para nosotros, quizás el mismo decida que a él también le importa.

Para aprender sobre libros y escritura
Leer juntos es un momento perfecto para ayudar a un niño al final de la primera infancia o entrando a edad preescolar a aprender lo que significa la escritura. Al leer en voz alta, hacemos una pausa de vez en cuando y señalamos las distintas letras y palabras; entonces señalamos los dibujos que representan. Así el niño comenzará a entender que las letras forman palabras y que las palabras nombran los dibujos. También comenzará a aprender que cada letra tiene su propio sonido—uno de los conceptos más importantes que el niño debe saber al aprender a leer.
Para cuando llegan a la edad de 4 años, la mayoría de los niños ya comienzan a entender que las palabras escritas contienen un significado. Para la edad de 5 años, la mayoría comienza a saber que no solo la historia, pero también las palabras van de izquierda a derecha. Muchos niños en esta etapa inclusive comienzan a identificar letras mayúsculas y minúsculas y palabras sencillas " o incluso leen.

Al final de Preescolar hay niño que quieren leer por su propia cuenta. Debemos dejarle pero asegurándonos que es él el que quiere hacerlo. La lectura debe ser algo de lo cual el se sienta orgulloso y ansioso de emprender, no sólo por cumplir con una lección.

¿Cómo funciona un libro?
A los niños les fascina como los libros se ven y se sienten. Y al ver la facilidad con la que usted maneja y lee los libros, ellos querrán hacer lo mismo. Cuando su niño lo vea con un libro en la mano, ella aprenderá que los libros son para leerlos, no para estrujarlos y arrancarles las hojas, ni para tirarlos al piso. Antes de que llegue a los 3 añitos, él ya tendrá bien claro el propósito de los libros. Al llegar a la edad preescolar, su niño aprenderá que
  •  Un libro tiene una portada
  •  Un libro tiene un comienzo y un final
  •  Un libro contiene páginas
  •  Cada página en el libro está organizada de arriba abajo
  •  Las páginas se voltean una por una para proseguir con el cuento
  •  Los cuentos se leen de izquierda a derecha en una página

Al leer con un niño de 4 a 5 años:
  • Leeremos el título del libro en la portada.
  • Hablaremos sobre la ilustración en la portada.
  • Señalaremos el lugar donde el cuento comienza y después donde acaba.
  • Permitiremos al niño que ayude a dar vuelta a las páginas.
  • Cuando comience una nueva página, apuntaremos hacia las palabras con las que continúa la historia y seguiremos las palabras con el dedo según las vayamos leyendo.
  • Cuando su niño aprende estos detalles, ya ha descifrado algunos de los más grandes misterios de la lectura.

 
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